e hënë, 3 dhjetor 2007

Acto de Fotografiar

La Experiencia de Fotografiar



Maximiliano Alarcón
Fotografía Profesional
Prof.: Valentina Montero
Instituto Profesional Arcos
3.12.2007


Índice

· Introducción
· El acto fotográfico
· Introducción al Fotoperiodismo
· Relación entre fotoperiodismo y otros tipos de fotografía
· La experiencia desde el acto de fotografiar
· Algunos fotógrafos


"I have been a witness, and these pictures are my testimony. The events I have recorded should not be forgotten and must not be repeated."
-James Nachtwey-



Introducción


Muchos autores se han referido sobre la fotografía a partir del papel, de como una fotografía engendra una serie de reacciones internas y afecta al espectador, pero éste análisis siempre ha sido hecho únicamente desde el punto de vista del observador, sin preocuparse por lo que pasa con el fotógrafo antes y después de hacer la toma independientemente de lo que haya sido fotografiado. Y de esto surge la pregunta, ¿Tiene la fotografía un efecto a partir del momento de hacer la toma o afecta solo a partir de la imagen? Y ¿Por qué se ha analizado mayormente a partir de su reproducción?

Para desarrollar esta idea sobre la experiencia de fotografiar, voy a hablar desde mis propias experiencias y prejuicios relacionados a la fotografía, utilizando como punto de referencia la fotografía periodística y de reportajes. De éste modo voy a ir enfrentando mis ideas, revisando comentarios de fotógrafos con una vasta experiencia y contrastando mis ideas con las de otras personas, para así poder encontrar tanto los puntos en común como las diferencias. El fotoperiodismo es un área de la fotografía con la que siento cierta cercanía y que ha sido parte importante de mi formación como fotógrafo. Ésta constante búsqueda dentro de la fotografía de guerra y de noticias de carácter internacional, el estilo de vida que llevan los fotoperiodistas y mi interés social, me hicieron preguntar sobre qué pasa con la persona que está atrás de la cámara cuando está viendo una realidad de la que a nosotros sólo recibimos una pequeña selección elegida, edición que va de acuerdo con el color político y los ideales estéticos editoriales de las agencias de noticias que los difunden o cualquier otra institución que corresponda. Cuando tenemos la oportunidad de ver las fotografías que están fuera de la institucionalidad, las fotografías que no se publican porque comprometen a alguna institución o gobierno, nos damos cuenta que la realidad puede llegar a ser tanto o más intensa e irreal que cualquier creación salida de la cabeza de un artista plástico plasmada en un soporte bidimensional o que las letras que un escritor pueda poner juntas para hacer una canción. Y ésta es la razón por la que creo que no debe ser fácil estar expuesto a todas estas situaciones en donde los valores y principios morales quedan relegados a un segundo plano, olvidándose, o por lo menos dejando a un lado muchos de los principios básicos a lo que estamos acostumbrados a ver normalmente en tiempos de paz y bonanza, todo esto por culpa de la excesiva violencia e injusticia a la que se ve expuesto de manera constante.

Luego de plantear esta inquietud en solo un ámbito de la fotografía me gustaría extenderla a sus otros niveles, tales como, la fotografía de retratos o la foto de eventos. Aunque no creo que mucho se pueda rescatar de la fotografía de objetos inertes, pero en general mucho se aprende al interactuar con otras personas y ya con el mero hecho de relacionarse con un ser distinto, implica que hay un cierto nivel de aprendizaje, y además es claro que el fotógrafo está constantemente expuesto a una gran número de personas y con esto, está expuesto a una serie de realidades que son diferentes a la suya y eso necesariamente debe ejercer una influencia en él, obligándolo a adaptarse a esta serie de distintas realidades.

La intención del texto no es dilucidar una verdad, sino más bien, exhortar al lector a descubrir un mundo nuevo a través de la fotografía y explorarlo a partir del acto de fotografiar para hacer así de la fotografía una herramienta más para el conocimiento. Claramente la aspiración no es que la fotografía sea la única herramienta, pero sí una importante dentro de una batería de otras aplicaciones en donde el fotógrafo tenga protagonismo y sea finalmente un facilitador para la comprensión del medio. Aunque a diferencia de la tendencia de las ciencias, las que cada vez se especializan más en sus objetos de estudio y se van haciendo más y más específicas y por lo mismo más estrechas, el fotógrafo va descubriendo cada vez nuevos mundos y ampliando su campo de estudio, encontrando siempre nuevas aristas en sus temas que le llevan a otros nuevos campos para explorar, al más puro estilo renacentista, haciendo las veces de artista-científico.

El fotógrafo se debería preguntar cómo ha influenciado su vida esta manera de ver el mundo, ya que el estar constantemente mirando los detalles, observando los puntos que todos solo miran, pero no ven, debe tener un impacto importante en su vida, la manera de ver las cosas, la posibilidad de conmoverse por las cosas mas simples son ,las que hacen una gran diferencia. El fotógrafo se fija en el desvalido y en el que está sufriendo, algo que normalmente la gente evita mirar y reconocer, y no solo se fija en ellos, además los reconoce y los valida por medio de su fotografía y de su vida diaria. Si bien es capaz de no sufrir al momento de estar en medio de una catástrofe, si se puede conmover con los niños que están sufriendo en su pueblo o por las desigualdades por las que están pasando los pobres. De hecho esta es una de las razones principales por que los fotógrafos se acercan al fotoperiodismo, con una consciencia social activa, el fotógrafo siente que es su deber registrar, documentar y denunciar los horrores de la guerra o de las hambrunas con el propósito de evitar que éstas se vuelvan a repetir en el futuro.

Es muy interesante saber qué pasa con el fotógrafo profesional de cualquier area después de la ejecutar el acto de fotografiar. Al momento que deja su cámara a un lado y se va caminando como cualquier otro ciudadano después de haber estado fotografiando. Ya que después de estar inmerso en un mundo paralelo, donde las mujeres son las más bellas del mundo (dentro de los cánones estéticos actuales), o donde las muertes se cuentan sobre los dos dígitos diariamente, para un fotógrafo de guerra por ejemplo, la constante exposición a la desgracia, injusticia y muerte (ajena y posiblemente la propia) su manera de ver la vida debe tener un antes y después, definitivamente. Y creo que esto es coherente no solo con la fotografía llevada al extremo, como son la fotografía de guerra, la fotografía de modas o pornográfica, en las cuales se ingresa en éste mundo paralelo, sino también se ve en cualquier otro tipo de fotografía donde haya algún tipo de reflexión y opinión pre y post toma.

El hecho de estar seleccionando partes del tiempo y del espacio nos obliga a estar en una constante búsqueda de esa pequeña fracción de realidad que nos satisface e interpreta nuestra manera de ver el mundo. Por esto creo que por medio de la fotografía estamos constantemente escribiendo resúmenes de nuestras vidas, cada foto me representa y en cada foto yo me veo reflejado. Y es en esta búsqueda constante donde vamos corriendo el velo de nuestros ojos y comenzamos a descubrir estas nuevas formas de vida con sus costumbres y tradiciones, con sus cosas buenas y malas. Ésta es, para mí, una manera muy interesante de romper mitos y prejuicios, ya que se van desenmarañando todas esas ideas que se tenían antes de comenzar con el desarrollo del tema en cuestión y así mismo se van abriendo las fronteras que nos separan.

El fotógrafo pasa por un proceso de reflexión, para poder fotografiar al objeto de su mejor manera, apelando a su gusto y su experiencia y desde aquí comenzar a conectarse con el sujeto a fotografiar. Esta relación se hace tan frágil al momento de sacar las fotos también, ya que siempre al inicio de una jornada fotográfica las cosas comienzan de una manera más bien insegura, pero después hay un proceso de amalgamamiento a medida que el fotógrafo y el sujeto se van conociendo y acercando, donde el resultado final converge en la formación de un todo único en donde el fotógrafo logra interpretar al objeto y sacar de éste lo que está buscando. Este es un proceso que incluso estaría presente en la fotografía de cuerpos inertes.

El acto fotográfico


A partir del punto de vista de autores como Susan Sontag y como la fotografía ha sido analizada a partir de la impresión y la reproductibilidad.

Para tener una idea de en que consta el acto fotográfico me voy a referir al trabajo Susan Sontag básicamente, es el libro “Sobre la fotografía”. La idea de utilizar estos textos como referencia es la de poner un marco teórico para el desarrollo de mi idea, y con esto hacer una contraposición de las ideas que desarrollan los libros antes nombrados, ya que hacen un análisis de la fotografía a partir de la interpretación de la imagen a partir de la impresión y de cómo su falsa idea de realidad condiciona el actuar de las personas y las gobierna al momento de actuar. Susan Sontag en su libro “Sobre la fotografía” hace referencia a éste aspecto, pero una vez más a partir del la persona que mira las fotos, y comenta sobre como la constante exposición a los “acontecimientos” como los define ella, hace que pierdan su carácter de especiales y los convierten en algo ordinario logrando a largo plazo una esterilidad moral.

Hablar de la caverna de Platón ya es un lugar común cuando hablamos de realidad en la fotografía y el hecho de que vivimos en una sociedad engañada ya no le sorprende a nadie. Ya muchos han sido los errores que se han cometido y que han salido a conocimiento de la opinión pública sobre grandes mentiras comunicacionales y también de algunas puestas en escena. Tenemos claros y recientes ejemplos con la guerra en Irak o con las intervenciones de Fidel Castro durante su período de convalecencia, el que aparecía en los medios hablando de su supuesta recuperación. Ésta evidente manipulación de la realidad es lograda a partir de diversos aspectos comunicacionales, y uno muy importante es en ellos es la fotografía ya que se presta para su manipulación por ser en un formato bidimensional, carente de tiempo y con los avances digitales altamente alterable.

Presentar un respaldo fotográfico es suficiente para que la gente con menor instrucción en la lectura de imágenes, piense que la situación en la que se hizo la toma sea una instancia verdadera y esta sensación de realidad se acentúa aún más al momento de agregarle color y una gran definición a la imagen. Ya que sin estos dos elementos la foto a pesar de ser muy cercana a lo real y de cierta manera creíble e identificable, todavía carecería de elementos que la hicieran sentir verdadera, aún cuando las personas se quedan solo con el referente de la imagen.

En esta era de la imagen, los medios nos hacen ver lo que quieren que creamos, depende de nosotros si creemos o no, pero lamentablemente nuestra capacidad de análisis se ha visto disminuido de gran manera debido al constante bombardeo de nuestros sentidos por largo tiempo, y a eso podemos sumar de la falta de instrucción en la lectura de imágenes, lo que desenlaza en una mínima capacidad de filtrar la información de que nos proveen y así poder llegar a quedarnos con lo que realmente es.

Otra cosa que juega en contra de eso es el poco interés por descubrir mas allá, la cultura de masas no traspasa los límites de la visualidad y por ende hay una especie de estancamiento en el interés cultural de la gente. Un claro ejemplo es la sensación de inseguridad que tienen los ciudadanos de Estados Unidos en cualquier otro lugar que no sea su propio país. Al preguntarles sobre otras culturas se nota una clara falta de información, pensando que cualquier lugar fuera de su país es peligroso y está lleno de terroristas. Este hecho lamentablemente lo he podido comprobar y es un muy claro ejemplo de la influencia que ejercen los medios de comunicación sobre las masas.

Por otro lado la fotografía hasta ahora se había encargado de seleccionar y fotografiar los aspectos ideales de la vida, es por eso que al momento de revisar las fotografías familiares solamente las fotos que responden a una estética adecuada socialmente son las que califican a entrar en el álbum fotográfico, las otras simplemente quedan guardadas y finalmente terminan perdidas. Ésta constante selección del recuerdo, lo que va a trascender después de la existencia del sujeto fotografiado va a ser una mera idea de lo que realmente fue y la idea del

La idea de la imagen perfecta, es un concepto muy presente desde el inicio de la fotografía, e incluso ahora los más ortodoxos la buscan de cierta manera, buscando una perfección casi griega de una proporción del cuerpo que no existe. Es ésta una concepción muy popular en la fotografía del ideal del retratado, la fotografía de lo bueno, en síntesis, la búsqueda de lo bello.

Flusser hace mención en su libro sobre La reproductibilidad de la imagen, y como la imagen se ve afectada por el hecho de sea repetida tantas veces hace que pierda su espíritu. La imagen conectada con el sujeto.

Introducción al Fotoperiodismo


Al hablar de fotoperiodismo, nos vamos casi al origen de la foto 1855 la guerra de Crimea 1861 guerra civil en estados unidos. El fotoperiodismo en sus inicios mostraba una realidad mas amable y bastante menos comprometedora de lo que tenemos hoy en día. De hecho tenía una función casi decorativa, y no fue hasta alrededor de los años 30 donde comienza a tener un peso real y a ser considerada seriamente como un documento social [1]. La foto periodística es una manera de crear una opinión en el público, pero como es de suponer resulta ser un arma de doble filo, porque como ya sabemos no muestra lo que realmente está pasando, sino mas bien muestra una pequeña fracción de una realidad objetiva censurada por el mismo fotógrafo, censurada por el medio de prensa y en casos mas extremos por el gobierno. Y por ende el resultado final de lo que obtenemos después de todos esos filtros es una opinión pública confundida y con una opinión inducida. Sin embargo, tenemos una serie de fotos que son parte del imaginario, las que han sido las impulsoras de un fotoperiodismo más crítico y denunciante, tales son los ejemplos de una niña corriendo desnuda por una calle de un pueblo que había sido rociado con Napalm, o la de un protestante que se enfrenta a un convoy de tanques. Éstas son fotos que llaman al público a hacer algo, a movilizarse y al mismo tiempo son una motivación para las personas que tienen vocación social y las lleva a masificar la información clara y honesta, para así ponerla a disposición de cualquier persona que lo requiera.

Toda esta desinformación tiene directa relación con el momento político que se esté viviendo, además de la postura política del fotógrafo. Muchos son los ejemplos de la influencia que el fotoperiodismo ha ejercido históricamente como las guerras sin sangre que querían mostrar los medios de prensa antes de la guerra de Vietnam.

Relación entre fotoperiodismo y otros tipos de fotografía

Hasta ahora el relato ha tenido una tendencia muy marcada hacia la fotografía de eventos que se podrían catalogar de contingencia social, pero me gustaría también incluir las otras áreas de la fotografía como son el retrato, la fotografía de modas o publicitaria y encontrar el punto en el que todas estas dimensiones de la fotografía convergen. Pero ¿qué relación tendrán los conflictos bélicos o los embates de la naturaleza con una modelo en la comodidad y seguridad de un estudio en una capital y a su vez con un anillo de oro puesto sobre una mesa en un estudio?

Muchos pensaran que no hay relación más que el uso de una herramienta común, la cámara fotográfica. Pero más allá de eso, la observación, las ganas de transmitir con una estética particular a cada fotógrafo y la comprensión del objeto a fotografiar, lograr interpretarlo de una manera adecuada, y ser lo suficientemente capaz de entregar las claves necesarias dentro de la composición para que el observador pueda desentrañar el mensaje de la imagen, de haber uno, son razones que son aplicables a todo tipo de fotografía y a todos los fotógrafos de un cierto modo.

La observación es fundamental en esta escritura con luz sobre el soporte fotosensible ya que necesitamos entender como funciona la luz, esperar el momento indicado para los fotoperiodistas o disponer el foco de luz en el lugar indicado para un fotógrafo de estudio, para asi lograr los espacios sin luz necesarios para componer, como en el lenguaje hablado, donde gracias al silencio podemos apreciar los sonidos, el no uso de la luz algunas veces es lo que enriquece a la fotografía, ya que neutraliza todo tipo de estímulo que no sea adecuado o pertinente para el resultado que se busca. Y vemos que en todos los estilos de fotografía es necesario meditar antes de fotografiar. Es necesario hacer el ejercicio de imaginar el objeto en dos dimensiones, con un cierto contraste, con o sin color y cierto tipo de iluminación específica.

Como comenta J. Nachtwey en una entrevista donde habla sobre la fotografía autores como Joel Peter Witkin donde el tema central no es tan claro, después de mucho tiempo de no comprender de que se trataba realmente este trabajo, llega a la conclusión de que sí había una finalidad, si no social, sí de validación como persona y reconocimiento de la desgracia humana, en esa pseudo-belleza encuentra la vulnerabilidad del cuerpo también. Así mismo la fotografía de modas, nos enfrenta con los estereotipos y nos hace cuestionarnos sobre nosotros mismos, nos hace dudar de nuestra capacidad y nos pone en tela de juicio por pertenecer o no a los estándares de belleza definidos por la sociedad.

Según Nachtwey, su obra no pretende más que ser un medio, no el fin. Él solo representaría la parte del “mensajero” del momento que se está viviendo por medio de la fotografía, y que el lado estético de la imagen pierde la prioridad ante la situación a la que está enfrentado. La verdad para mí eso es un poco difícil de creer, ya que detrás de toda esa liviandad con la que se presenta hay una extrema rigurosidad al momento de llevarse a cabo y a su vez claridad de lo que se busca. Y en realidad la mayoría de las áreas de la fotografía requieren esta rigurosidad para poder lograr a ser de calidad y no creo que el ego de un fotógrafo quede fuera, sea cual sea el estilo de foto que esté haciendo. Por lo tanto se me hace difícil pensar en que el fotógrafo sea un mero facilitador de una realidad que se presenta en el cotidiano y que se despoje de cualquier grado de egoísmo.

La experiencia desde el acto de fotografiar


Como el cazador que sale a cazar su presa, esa es la clásica analogía que se hace del fotógrafo que va a buscar nuevas imágenes y tanto el cazador como el fotógrafo vuelven después de una jornada con un número de historias que contar sobre su travesía, sin necesariamente haber cazado algo para el final del día. Y es este enriquecimiento constante el que lo lleva a seguir saliendo, siempre aprendiendo nuevas técnicas de caza, aprehendidas del ensayo y el error. El fotógrafo, como Picasso -“no busca, encuentra”- ya que fotografiar se convierte de cierta manera en una manera de vivir. El fotógrafo está sacando fotos constantemente tenga o no una cámara, ya que las situaciones fotografiables se presentan en cualquier momento y lugar. Es por esa razón que creo el fotógrafo está en un constante descubrir aún cuando no lo quiera. Después de estar en este estado por un tiempo, la capacidad de enfocarse en los detalles va aumentando y con esto la especialización y agudización de los sentidos. Ésta especialización a mi parecer se puede ir en dos direcciones distintas, la primera y la menos atractiva en mi opinión, es la tendencia a dar el gusto a la opinión pública, es decir, independientemente del discurso que ésta producción fotográfica profese, su intención final es la de complacer al espectador con una propuesta oportuna y contingente, la que no necesariamente represente algún ideal o pensamiento de parte del autor. Por otro lado, y la dirección que encuentro más interesante, es la del descubridor del lenguaje que le permita expresar opinión, o por qué no, que le permita pronunciarse desde su interior, con un compromiso real por los acontecimientos, independientemente del enfoque que tenga, ya sea revolucionario o conservador, porque esa es la forma que se tiene para poder obtener los matices que conforman una sociedad sana.

La capacidad de manejar el lenguaje, es una de las cosas más apasionantes de fotografiar, la posibilidad que la fotografía da de sacar lo que hay dentro. Poder expresar un sentimiento, utilizando terceras personas, haciendo más fácil la crítica y el reconocimiento de las falencias a las que queremos combatir por medio de la fotografía ya que es una forma mucho más simple de proyectar el mundo personal sobre el otro. De aquí surge la problemática ética de la exposición de las vidas ajenas y la de utilizar esto como un medio de expresión personal y para lograr reconocimiento también ante sus pares. (invasión por la fotografía)

El fotógrafo al momento de salir a caminar con su cámara, sale a juzgar sus principios ya que el estar cargado de prejuicios le resulta un factor limitante al momento de sacar fotografías y se hace necesario despojarse de ellos para poder lograr un trabajo efectivo. Gracias a este abandono de subjetividades y el enfrentamiento a los prejuicios el fotógrafo logra dilucidar si sus prejuicios responden a la realidad o no. Por ende sale a corroborar o refutar sus propias ideas, gracias a la suma de la observación y la reflexión, pudiendo volcar estas nuevas conclusiones en las decisiones que toma al momento de hacer la toma.
Así mismo, con esta constante búsqueda de cosas nuevas, el fotógrafo nos enfrenta a cosas que son chocantes moralmente y requiere de la claridad de suficiente para discernir cuando su intervención física en un evento se hace más valiosa que su intervención por medio de la fotografía. Normalmente después de hacer una foto, no el fotógrafo no sale caminando sin preocuparse de qué pasa con los demás, ve el antes y el después, tiene la ventaja sobre la fotografía misma, porque sabe la historia completa y por lo tanto tiene la tranquilidad de saber que alguien está haciendo algo al respecto. Gente especializada mucho más capaz de ayudar que él mismo. Junto con esta importante decisión de ayudar o no, también hay otra determinación que hacer, y se trata de saber cuánto mostrar de la realidad, dónde está el límite entre lo amarillista y lo informativo bien intencionado y apegado a la realidad, ya que como se menciona, hay todo un tema en desarrollo sobre la sobre exposición de las imágenes de índole violenta, ya que no se sabe bien quien fija el límite, puede ser el editor quien dirige las imágenes a su gusto, o las personas del público que consumen las imágenes que a ellos les interesan nada mas, supeditando el trabajo del fotógrafo junto con sus imágenes (para poder mantener la competitividad y la vigencia) a el consumo del mercado aún cuando esta acción complaciente sea un acto inconsciente e involuntario. Otro factor importante a considerar en este punto es la constante transfiguración de los valores morales a gran escala, los valores siempre están mutando yendo y viniendo dentro de algunos límites más o menos establecidos dentro de una sociedad, por ejemplo en la sociedad chilena, que históricamente ha sido católica, los valores han ido variando y ese catolicismo se ha ido desvaneciendo cada vez más, dando lugar a nuevos valores de un nuevo culto, el capitalismo. Y en esta nueva realidad no católica, se permiten y buscan cosas que antes no eran ni apropiadas ni aceptadas y esto le da pié al fotógrafo a atreverse a explorar nuevos límites para la fotografía.

¿Por qué la fotografía nos da toda esta experiencia? Quizás es porque para el fotógrafo es muy importante hacerse parte de la experiencia, para poder correr el velo que nos separa de las personas que están al otro lado del objetivo. Supongo que es porque el fotógrafo quiere descubrir que hay al otro lado, para satisfacer su curiosidad, también puede ser para llenar los vacíos que tiene en su propia vida. Por esto que el fotógrafo sale al mundo con su cámara, en busca de nuevas experiencias, y por el solo hecho de tener la cámara en su mano ya tiene dos cosas que le favorecen, la primera es que la cámara inviste de personalidad al fotógrafo, convirtiéndolo en una especie de celebridad, y la segunda por consecuencia de la primera, la gente abre las puertas a sus vidas a personas que tienen una cámara, depositando sus esperanzas en la posibilidad de que su realidad se haga visible y así poder llegar algún resultado que les sea favorable[2]. Por lo tanto, la cámara resulta ser una especie de pasaporte con entrada casi ilimitada a las personas. Ésta idea de la fotografía como pasaporte es otro punto interesante en la progresión del viaje de un fotógrafo, ya que con éste pase el fotógrafo se ve con la posibilidad de dejarse llevar por los lugareños, aunque muchos no lo hacen, el que lo haga se va a encontrar con un entorno socialmente mucho más rico culturalmente y real[3].

Al momento de darnos cuenta que la fotografía nos está mostrando nuevos mundos, tenemos la necesidad de capturar estos mundos como dice Sontag, de hacerlos nuestros y ponerlos en el bolsillo y con éste propósito viajamos a lugares remotos, tratando de ir lo más lejos posible buscando la novedad, que nos permita tener las fotos de las cosas más exóticas que podamos coleccionar, pero al momento de estar sacando las fotos, estamos concentrados en las fotos y no en el sujeto en sí, al final tenemos un viaje donde lo único que vimos fue un montón de buenas fotos y de lugares buenos para fotografiar, despreocupándonos de el lugar mismo. Y como resultado de este sistema lo único que obtenemos al final del día es una caja llena de papeles que nos hacen creer que tuvimos una gran experiencia en los lugares visitados. Y éste es un aspecto que marca la diferencia entre un fotógrafo profesional y un amateur, ya que en la fotografía profesional debe haber una reflexión pre y post toma. Un análisis de la situación y en muchos casos una documentación previa al acto de fotografiar.

La capacidad de hilvanar un relato a partir de las imágenes es una destreza poco difundida en nuestra sociedad, y es una herramienta poderosa al ser utilizada de una manera correcta, ya sea por los de comunicación masivos como una manera de instrucción o de una manera clandestina para la propagación de ideas vetadas. Esta idea viene de hace muchos años, ya desde el origen de la escritura tenemos ejemplos de relatos por medio de imágenes, en Babilonia, Persia, Egipto, Europa medieval y América se encuentran muchos ejemplos de relatos por medio de imágenes y tenemos un ejemplo muy doméstico y cercano, la misma pasión de Cristo nos relata por medio de imágenes los acontecimientos que hasta el día de hoy se recuerdan y celebran. Y a pesar de la presencia constante del relato por medio de las imágenes todavía es algo que parece tan difícil y reservado para algunos pocos capaces de interpretar este lenguaje tan complejo. Éste concepto de la utilización de la imagen es lo que hace la diferencia también para un fotógrafo, ya que aprende a dar mensajes encriptados en códigos de alta complejidad (para un lector común) pudiendo difundir conceptos para algunos pocos. Y esto es algo que E. Smith ya conocía bien y practicaba, de hecho en una entrevista con Ken Kobre en la última entrevista de su vida dice:” la diferencia entre un portafolio y un ensayo fotográfico es la coherencia del relato”, refiriéndose con esto al potencial que logra una buena edición de fotografía comparado a un grupo de fotos unidas para armar algo que mostrar.

Fotógrafos consagrados

Hace un par de años en una charla que estaba dando Jean Marc Bouju sobre su trabajo en Afganistán una persona presente en la conferencia le pregunta sobre su sentimiento de empatía con la realidad que fotografiaba, y para mi sorpresa, Jean contesta sin mucho compromiso sobre el tema algo como- “si, este… bueno, me interesa, pero duermo toda la noche”- a pesar de no ser una cita textual, esto reflejó a mis ojos una especie de inmunización contra el pesar humano, y me marcó muy profundamente la capacidad de separar su vida personal de la vida profesional. Yo creo que esta fue la razón fundamental porque quise escribir sobre la experiencia de fotografiar, ya insensibilización sobre una cuestión bastante profunda como es el sufrimiento humano o quizás es que simplemente nunca fue un tema que le preocupara en serio, y llegó a él solo por responsabilidad laboral, porque en fotografía de prensa eso es una tónica que persiste. Luego de una conversación sobre el tema de la insensibilización surgió una segunda posibilidad además de la insensibilización y esta era la posibilidad de que el fotógrafo lograra agudizar sus sentidos en estas situaciones y en vez de perder la calma, logra controlar sus emociones de una manera que no afecte su trabajo. Bueno, claramente éste aspecto es fundamental y puede sonar de Perogrullo, pero más vale mencionarlo debido a que en ese momento de estrés el fotógrafo debe llegar a un punto de equilibrio donde la foto debiera desde el punto de vista estrictamente profesional, predominar ante la situación, ya que por el lado humano esta pseudo-norma no necesariamente es el ideal de la moral humana y es fácilmente reprensible incluso por parte de un fotógrafo, ya que en su esencia no pretende dañar a nada ni nadie.

Muchos de los fotógrafos emblemáticos llegaron a la fotografía después de haber tenido otras actividades, no es raro encontrar a fotógrafos que han sido profesionales exitosos y al ver que su vida no estaba completa con su ritmo y estilo, deciden hacer algo que realmente les hiciera felices. Esto habla del fotógrafo, de alguien que es capaz de dejar comodidades de lado y arriesgarse, incluso hasta el nivel de arriesgar su vida, por perseguir algo que siente que es lo correcto. La desigualdad, la injusticia y por el otro lado la esperanza y el trabajo son los motores que mueven la vida de un fotógrafo de guerra o documentalista.

Algunos referencias de fotógrafos con trayectoria son:

Eugene Smith (1918-1978): Clásico fotoperiodista, uno de los mejores por su calidad técnica y su trabajo de laboratorio (según muchos fotógrafos), nació en Wichita, Kansas. Participó en 26 misiones de combate y 13 invasiones con el ejército estadounidense. Se caracterizó por conseguir las fotografías sin importar el riesgo que se corriera, de hecho tenía un lema que decía que “si la foto no es buena, es porque no se estaba lo suficientemente cerca”[4], además de eso, su pasión por la fotografía lo hizo perder prácticamente todo, dejando a su familia de lado y gastando todo lo que tenía en materiales para poder fotografiar, Smith intenta siempre desentrañar la historia y contarla de la manera más clara posible , su premisa más importante era la honestidad al momento de fotografiar y honestidad sobre todo consigo mismo.


Sebastiao Salgado (1944- ): Nace en Brasil. Economista de profesión descubre la fotografía cuando estaba trabajando para el Banco Mundial. Cansado de ver las injusticias y diferencias que azotaban al mundo y con esa realidad tan cercana a él en los campos y minas de Brasil, comienza a retratar a las personas que viven en bajo el yugo de las diferencias económicas básicamente. Ha retratado realidades alrededor de todo el mundo, destacándose sus trabajos en India, Afganistán, Brasil y muchos otros alrededor de África. Su intención con la foto no es cambiar el mundo, sino mas bien, mostrar al mundo lo que está pasando en otros lugares, para así dejar un legado para el futuro, y con esto evitar que esto vuelva a ocurrir. Salgado tiene muchos detractores, ya que es considerado un esteticista de la desgracias, y con esto sacar provecho de situaciones atractivas fotográficamente hablando. He aquí la cuestión moral involucrada una vez más contrastada con la creación del artista.

James Nachtwey (1948- ): Fotoperiodista desde 1981, con un estilo muy personal de fotografía, debido a su facilidad de desaparecer entre la gente logrando así una intimidad única en su manera de fotografiar. Aún cuando Nachtwey no habla otro idioma más que inglés, logra abrir un portal social e introducirse al mundo de los otros. Ha sido herido en varias ocasiones y padecido de enfermedades propias de los países en los que se encuentra. Esto le ha dado una visión global de las penurias que azotan y de ahí una opinión y motivación para continuar denunciando arriesgando incluso la vida. En una entrevista con Dena Cowan para la revista “Vía Carla” la periodista pregunta sobre el límite de su fotografía, refiriéndose a la invasión de la vida privada de los fotografiados y a ofender a los espectadores con imágenes tan crueles y su respuesta fue :” Creo que la gente se debe ofender con el genocidio. Se debe ofender con la limpieza étnica. Se debe ofender con el hambre. Mi trabajo no es hacer que esas cosas sean cómodas o fácilmente digeribles. Mi trabajo no es hacer sentir cómoda a la gente con estas cosas, ni entretenerles. Mi trabajo es concienciar a la gente del hecho de que son crímenes contra la humanidad”[5]

Tomás Munita (1975- ): Fotoperiodista joven, nació en Chile. Su trabajo se caracteriza por la inmersión en sociedades y la práctica de sus tradiciones y cultura. Ejemplos de esto se encuentran en su trabajo con los nómades en el Himalaya o en su trabajo en Bolivia, el que duró varios años y varios viajes donde consiguió un nivel de intimidad con los fotografiados casi familiar. Munita intenta por medio de su fotografía de mostrar la vida tal cual es, con un gran número de fotos de situaciones cotidianas es capaz de reflejar la situación del lugar, prestando gran atención a la parte estética, especialmente al uso de la luz y a su relación con la situación fotografiada. Muy por el contrario de sus pares quienes en muchas ocasiones sus fotos más celebradas están marcadas por imágenes bastante explícitas.


Kim Manresa (1961- ): Fotógrafo español, que tiene un carácter muy particular con su estilo, ya que no da tanta importancia a la calidad de la imagen (utiliza equipos baratos que regala al término de su trabajo). Manresa al igual que los otros fotógrafos espera al punto de ser uno más y dejar de ser un extraño en su entorno antes de comenzar a sacar fotografías, ha trabajado con grandes organizaciones no gubernamentales y la ONU. Enfocando su trabajo en un cien por ciento a la labor social, siendo coherente su manera de difusión.

[1] Miami magazine, Fall 1998 www6.miami.edu/miami-magazine/
[2] James Nachtwey, War Photographer documentary
[3] Tomás Munita
[4] Documental “Let true be the predjudice” Dai Smith, BBC Wales
[5] www.enfocarte.com

8 komente:

corazondeoreja tha...

Es un buen trabajo, la redacción, me parecio extraña, quizas reiteratia. Pero es un trabajo original y con mucha opinion personal. Bien

Fran Cheyre tha...

El tema me encantó, me parece que nos comete a todos como fotógrafos, preguntarse qué pasa con nosotros antes y despúes de fotografiar. Todo el cuento de la ética fotográfica, de volverse inmunes al dolor ajeno cuando se está con la cámara en mano, es un gran tema a investigar.
Concuerdo con la Coti que a veces la manera de escribir era un poco confusa, creo que faltaban pausas y la manera de redactar repetía mucho las ideas. Pero bien, buen trabajo.

Anonim tha...

Buen trabajo, entretenido, con mucho del autor por lo que me parece interesante, buenas citas, etc.
Se pueden ver muchos temas a desglosar, pro lo que es muy interesante de leer para adentrarnos en otros temas
Solo me molesto el inicio en otro idioma, No lo entendí!!!

Anonim tha...

Notable la capacidad de reflexion! Al comienzo y en partes un poco confuso, pequeños errores en la redaccion. Muy bonito tema, da para sentarse a meditar.

David tha...

Buenas reflexiones, la presencia de Max como sujeto crítico se aprecia, las ideas son claras y se entiende hasta donde nos lleva, ya que lo mejor de todo es que este tema nos convence y nos envuelve en la pega del fotógrafo. Hablar desde la experiencia misma de fotografiar, es un gran aporte, ya que pocos saben por qué fotografían. Max nos llama a la reflexión, ya que argumenta con palabras claras y reflexiones de otros profesionales. Buena redacción.

Esteban tha...

Considero que el trabajo se sostiene por las reflexiones bien explicadas y que son claramente esenciales en el momento del llamado "acto fotografico", ya que sin duda para uno como fotografo lo hace sentir interpretado.
ahora mi alcance tiene que ver con el sentido y la experiencia de fotografiar, que en tu trabajo se deja claro que es dentro del ámbito del "fotoperiodismo"; yo creo que la experiencia del fotógrafo, y su relación con la imagen, como primer punto, depende de cada persona, ya que cada cual llegara tomar fotos por algún particular, muy distintos unos de otro,y otro punto, es que dentro de lo que planteas como experiencia de fotografiar es aplicable a muchos a todos los ámbitos de la fotografía, las preocupación de un fotógrafo se basa en el lenguaje fotográfico mas allá del motivo. Yo a diferencia de ti no me considero foto-reportero, pero si comprendo y vivencio del mismo modo todo lo que puedes explicar que sientes cuando tu tomas fotos a un hecho noticioso, porque pasa esto?
Creo que tu trabajo era extensible a todas las aéreas, y este es un buen comienzo.

palomino tha...

max, creo que tu trabajo esta bien formulado y entiendo tambien porque quisiste hacer este tema que te toca tan de cerca especialmente a la horad de hablar de fotoperiodismo. Lo e visto en tus fotos.
El acto fotografico es algo sumamente subjetivo y de alguna forma pasamos por experiencias personales dificiles de desligar, la experiencia de cada fotografo a la hora de fotografiar no es completamente automatica siempre Hay algo de nosotros mismos en cada cosa,mas en un trabajo que se relaciona con sentimientos tan personales, como ejemplos que diste de guerras o hablar de nosotros en una foto.
es un tema de reflexion, que las conclusiones pueden llegar hacer totalmente distintas ,a la hora de opinar.
buen trabajo.

Voyeurismo en la actualidad tha...

Creo que el texto a ratos pierde la idea central de lo que se quiere plantear y finalmente termina siendo un análisis de lo que no querías que fuera, relación con el espectador. Me parece que el tema es lejos lo mas esencial en la fotografía ya que habita en lo complejo y lo simple, en el decidir que es lo que quiero fotografiar y que no. Me hubiese gustado leer una reflexión acerca de la diferencia de la fotografía con otros medios de creación y que la idea apuntara sin desviarse hacían la idea de experiencia y creación, dejando un poco de lado lo estrictamente fotográfico.