e martë, 29 maj 2007

La critica del arte.

La forma en que entendemos las cosas, me refiero a todas las cosas, siempre tiene algo de subjetividad, desde la idea simple de un color, algo abstracto que solo uno ve por si mismo y como sensación es intransferible hasta el mas grande y profundo cuadro de Picasso y sus múltiples interpretaciones provenientes de lo mas profundo de nuestra psique.

Es así como desde que el hombre a dedicado su espíritu a la creación, inclusive llegando a creer en un solo creador, a tenido o mejor dicho a tendido a necesitar la respuesta a la pregunta necesariamente recurrente sobre que ahí detrás de las cosas, que es lo que esa cosa hace que me interese, necesitamos respuestas que de alguna forma nos tranquilice ante el no conocimiento y peor aun el no intento personal y autónomo de entender (Necesitamos escuelas),de comprender a lo que nos enfrentamos, esa facultad que por ejemplo tubo la religión en épocas antiguas, donde la respuesta que todos necesitaban (y necesitan) se encontraba en la imagen omnipotente, peor aun en los que representan desde su verdad subjetiva lo que esta omnipotencia creen es y lo que este desearía.

El Hombre por una extraña razón, lejos de mi entendimiento citadino nebuloso, siempre a necesitado las respuestas antes de indagar en si mismo y lo que lo rodea, sin buscar verdades que nazcan desde uno mismo, es algo patológico según mi parecer, se padece de una suerte de “necesitus la respuesta!!!”, donde sin excepción alguna caemos todos en un contagio global (debo reconocer no entender ni un cuarto de las ideologías de todos los pueblos originarios del mundo.), que nos pide como remedio y nunca cura la respuesta en otro. Son muy pocos los que de alguna forma, realmente, buscan el conocimiento y por ende entendimiento de las cosas, desde la lectura y compresión de textos de conocimiento, hasta el conocimiento vivencial de las cosas, vivir y comprender desde la propia experiencia, en definitiva creo que todos concordaremos o muchos por lo menos, en que son solo algunos, mentes despiertas por su propia gracia, y el resto nos quedamos aquí esperando la gracia, seguramente hasta el ultimo de nuestros días, quizás los mas osados y audaces buscaran por medios propios el conocimiento, descubrir y entender desde la propia verdad, sin buscar respuestas en otros (subjetivos).

Es desde aquí donde creo nace esta necesidad de tener interpretadores de las cosas, tan antiguos como un monje o cura, que nos habla de verdades incuestionables en el medio evo, hasta una simple y bastarda publicidad contemporánea que nos dice que tan magnifico es lo que deberíamos comprar (o no?). Interpretadores que de alguna forma están dando a conocer esa verdad escondida que no leemos, que se encuentra lejos de nuestra interpretación y conocimiento, que siempre serán aceptados porque se les “necesita”.

Ahora, después de todo lo descrito arbitraria y “patudamente” desde mi mas inclemente comentario sobre lo tontos que sonamos, es necesario hacer la pregunta, ¿Es el critico uno de estos subjetivos interpretadores? La verdad es que tiendo a responderme que si, creo que es el creador del valor sobre una obra, una suerte de tasador de propiedades pero en el arte. Es alguien que de forma deliberada, fuera de todo tipo de objetividad por estar hablando de arte en el caso del crítico de arte, donde todo lo que el podría decirnos es que le párese la obra pero nunca jamás podría dar un juicio de valor (y lo hacen), entabla “conversaciones” con al obra y como si por arte de magia esta fuera ,a través de su conocimiento que aunque sea muy amplio no es absoluto ni objetivo en el caso del arte, diciéndole al oído que es lo que quiere representar y donde radica su buena o mala valoración (ya no estamos en la época del salón de arte, por favor !!!! Duchamp).

Es así como podría de alguna forma terminar mi texto y desplumar gratuita y infantilmente una disciplina que a existido durante años y donde seguramente entran personas con muchísimo mas conocimiento sobre arte que yo, y aunque e de decirles a ellos que no me importa porque lo que entiendo del arte yo es maravilloso, debo darles mis respetos y proponer una tregua (momentánea), con los críticos que dan sus juicios de valor tan fehacientemente sobre una obra, y entablo la siguiente conversación sincera sobre porque han de estar los críticos aquí (hemos, sobretodo después de criticar la critica).

¿Es la crítica una charla?, yo diría que si, es una charla a medias ya que propongo establecer la critica como una pregunta al que la lee, como si en una charla holgada sobre unos vasos con mucho hielo y un gran Whiskey, alguien propusiera su verdad en espera de la verdad del otro, es la explosión narrativa/creativa sobre una pregunta llamada obra. Que como toda explosión suele expandirse más de la cuenta, sin encontrar barreras a su propia difusa y momentánea expansión, momentánea y por ende subjetiva y arraigada en el momento, lejos de ser una verdad absoluta sobre lo que incluso puede pensar el mismo critico, siendo esta susceptible a la vida como todos y por ende metamorfosear en esta como cualquier animal, cambiando sus ideales y creencias, cambiando incluso su propio discurso idealizado durante los años restregados en este globo metamórfico. //Metamorfosis: Transformación de algo en otra cosa.//

Es la obra crítica una conversación a gritos delicados, donde es necesario gritar más fuerte con conocimiento y estudio, con entrega y dedicación, para con esto conversar de manera adecuada, profunda, lejos de la descortesía de hablar sin argumentos con el receptor del mensaje, al lector, que en definitiva es un espectador de esta obra, obra que por de alguna forma dedicarse a criticar obras deberíamos pedirle que fuese también una obra y no un texto mas como si por ejemplo un fotógrafo no editara y diera lo mejor de el ante un posible exposición de su trabajo, o como si de un pintor no exigiéramos exquisitez en su trabajo mediante la dedicación del pintor.

De manera definitiva entablo la crítica en parámetros de conversación, aunque en rigor no lo sea, por lo que la postulo en una conversación a medias, y como tal es rica y por sobretodo enriquece el alma y la mente, por lo que es completamente valida al momento de verse de esta forma, ahora aquel critico que señale que la expresión critica suya es contemplativa y por ende objetiva y absoluta, e de contarle al oído que no critica y esperar su son rojo, para quitárselo con una idiotez que lo descalibre desde su contemplación descriptiva y por ende cerrada y bacía. ¿Que busco con esto?, decirles que no creo que la critica dependa de la obra sino del afán de criticar y entablar la conversación, de buscar le porque y profundizar en temas como en cualquier conversación que desee continuar, porque si algo tiene la critica es eso, una conversación que no a de terminar nunca, por lo menos en este mundo como lo conozco, y como pide a gritos respuestas.

PD: Si la critica fuera mi trabajo lo pierdo mañana, no me gusta criticar arte porque no se criticarlo, solo lo comprendo, para mi no es necesario ningún critico al momento de ver una obra, solo por curiosidad de saber que piensa otro o que es lo que me quiere decir, es por que leo criticas y porque soy parte de esto.

Francisco Reed

2 komente:

David tha...

los calificativos con que da a conocer la obra son aportes relevantes, dando a conocer el marco teórico de la y de qué trata esta artista en sus obras.
dar referencia de que son fotograías de naturalezas muertas. solo me falta saber y comparar con quién mas ha hecho esto en el mundo del arte. el por qué se hace este tipo de obras, está bien explicado ya que usa términos metafóricos, usando un lenguaje que permite descubrir un mundo mas allá que la mera descrpción superficial.

VM tha...

la curiosidad es una buena forma de aplacar el hambre por comprender.